
Llucmajor, sábado 24 de agosto de 2024
Actitud y potencia
Por José Monreal
José Luis Luna (ver galería)
El pasado sábado, el penúltimo de agosto de este año, gracias al ciclo de conciertos organizados por SonsDeNit, música i patrimoni, patrocinado por Serra de Tramuntana, me acerqué al precioso Claustre de Sant Bonaventura de Llucmajor para disfrutar de la actuación de «nuestra querida» Maika Makovski. Y he de confesar, no sin cierto rubor, que era la primera vez que iba a verla en directo.
Sobre la tarima del escenario, un par de micros, un piano, un bombo, dos guitarras y otro pequeño teclado. Se encendieron las luces y apareció Maika, que iba vestida con un elegante y discreto conjunto negro, y antes siquiera de sonar la primera nota ya nos conquistó, con la sonrisa y el beso que nos lanzó desde el escenario. Luego, nos fue explicando que el repertorio del concierto iba a ser un ir y venir por los temas de sus diferentes discos. Incluso nos confesó que algunos los interpretaría a modo de despedida, ya que no volvería a tocarlos nunca más en directo.
Sentada al piano, abrió con «Vampire», un tema cautivador aún no publicado, que formará parte de su próximo disco. Entonces, dejó el piano, tomó una guitarra acústica e interpretó «Father» (Chinook Wind, 2016), sin más instrumentación de acompañamiento que la guitarra, una pandereta de pie y su voz. Para su siguiente tema volvió al piano, pero continuó con la pandereta en el pie derecho. Por si eso fuera poco, también añadió un bombo lateral izquierdo para dar aún más empuje y potencia rítmica a «Cars That Went by» (Maika Makovski, 2011).
Fue impresionante y destacable la interpretación al piano en «The Posse» (MKMK, 2021), por la potencia y la energía contagiosa que liberó, agitando al unísono su pelo, el piano y la tarima en una curiosa imagen. Otra interpretación original fue la de «Downtown», al lograr una preciosista distorsión vocal con el pequeño teclado de su lado izquierdo, al mismo tiempo que tocaba el piano, el bombo y la pandereta de pie.
Terminó con un par de bises después de unos exhaustos 50 minutos en los que todo lo hizo ella, sin apenas descanso, ya que estuvo sola todo el tiempo. Remató su actuación con la emotiva interpretación de «Language» (Thank You For The Boots, 2012), donde además nos obsequió con una gran exhibición vocal.
Maika, cantante, compositora, multi instrumentista, es una artista total, porque emociona y transmite mucho. Fue un concierto intenso, como un collage, una performance instrumental y argumental con un recorrido precioso por grandes temas de su discografía, de ayer, de hoy y alguno de mañana.
El hilo conductor de todo fue su maravillosa voz, junto a su actitud, su enorme simpatía, su entrega, su labrada interpretación, su gran poder de comunicación y, sin duda, el cariño que se le tiene en su tierra, en su isla.
No hay comentarios